Our Authors

ver todo

Articles by Katara Patton

Ver por fe

Durante mi caminata matinal, el sol golpea las aguas del lago Míchigan en un ángulo perfecto que produce una vista espectacular. Le pedí a mi amiga que se detuviera y me esperara mientras tomaba una foto. Por la posición del sol, no podía ver la imagen en la pantalla antes de captarla. Pero como lo había hecho antes, sabía que sería una foto maravillosa. Le dije a mi amiga: «No podemos verla ahora, pero las fotos como esta siempre salen bien».

Una elección

Unas semanas después de la muerte de una querida amiga, hablé con su mamá. No sabía si preguntarle cómo estaba porque pensé que era una pregunta inapropiada; estaría desconsolada. Pero dejé de lado mi reserva y simplemente le pregunté cómo lo iba sobrellevando. Su respuesta: «Mira, decidí tener gozo».

Dios cubre nuestro pecado

En la década de 1950, cuando una madre soltera tuvo que buscar trabajo para mantener a su familia, consiguió hacer tareas de mecanógrafa. El problema era que no lo hacía muy bien y cometía muchos errores. Buscó maneras de cubrirlos, hasta que finalmente creó lo que se conoce como Liquid Paper, un líquido blanco que se usa para tapar errores. Cuando se seca, se puede escribir sobre lo oculto como si el error no estuviera.

La mascarilla BENDECIDA

Cuando el uso obligatorio de la mascarilla durante la pandemia se redujo, luchaba por recordar tener una a mano para usar donde aún la requerían… como la escuela de mi hija. Un día, cuando la necesité, encontré una en mi auto: la que había evitado usar porque tenía escrito BENDECIDA.

Vestirse de humildad

La CEO de una franquicia de helados fue al programa de televisión Jefe encubierto vestida de cajera. Mientras trabajaba en una de las tiendas de la franquicia, la peluca y el maquillaje ocultaban su identidad al convertirse en una empleada «nueva». Su objetivo era ver cómo funcionaban las cosas directamente desde adentro. Con base en sus observaciones, pudo solucionar algunos problemas que enfrentaba la tienda.

La religión pura

El verano después de mi primer año en la universidad, un compañero de clase murió inesperadamente. Lo había visto pocos días antes y estaba bien. Todos en la clase éramos jóvenes y viviendo lo que considerábamos la plenitud de la vida.

Dios recuerda los nombres

El domingo después de que empecé a trabajar como líder de jóvenes en una iglesia, hablé con una adolescente sentada junto a su mamá. Sonreí y saludé por su nombre a la tímida chica, y le pregunté cómo estaba. Ella levantó la cabeza y abrió grandes los ojos. Me devolvió la sonrisa y susurró: «Recordaste mi nombre». Tan solo con llamar a esa jovencita por su nombre —una chica que tal vez se sentía insignificante en una iglesia llena de adultos—, empecé una relación de confianza. Se sintió vista y valorada.

Del estrés a la paz

Mudarse es una de las cosas más estresantes de la vida. Nos mudamos a nuestra casa actual después de vivir en la anterior casi veinte años. Yo había vivido allí ocho años antes de casarme. Luego, tuvimos un hijo, y todo eso significó tener muchas más cosas.

Consuelo en los marcos de las puertas

Estaba mirando las publicaciones en mis redes sociales después de la inundación en el sur de Louisiana en 2016, y me encontré con un mensaje de una amiga. Tras enterarse de que su casa tendría que ser reconstruida, la madre la alentó a acudir a Dios aun en su desalentadora labor de limpieza. Después, mi amiga publicó versículos bíblicos que encontró expuestos en los marcos de las puertas de su casa, aparentemente escritos cuando había sido construida. La lectura de las Escrituras en los postes la reconfortó.

Lo que realmente se necesita

Una joven cortó un trozo de carne por la mitad antes de ponerla en una asadera grande. Su esposo le preguntó por qué la había cortado. Ella respondió: «Porque así lo hace mi mamá».